martes, 10 de febrero de 2015

¡Desde el Manikongo hasta América!

Imagen extraída de: http://kwekudee-tripdownmemorylane.blogspot.com

A los gobernantes o incluso a cualquier individuo que tuviera poder en el Reino del Congo se les conocía bajo el título de “Manikongo” o “Mwene Kongo”, es una deformación portuguesa  del término Kikongo “Mwene Kongo”, lo que traduce literalmente “Señor del Congo”. Según los textos de los misioneros portugueses el termino “Wene” deriva de “Mwene” el cual hace alusión a la palabra “reino”.

El Reino del Kongo se expandía por lo que hoy es la República de Angola, República Democrática del Congo –ex Zaire- y República del Congo –conocida por muchos como Congo Brazzaville-. Su capital era “M´banza Kongo”, la cual fue re-bautizada por los colonos portugueses bajo el nombre de São Salvador, siendo la actual capital de la Provincia de Zaire en la República de Angola.

Este reino estaba compuesto por seis provincias: Pemba, Bamba, Soyo, Batta, Fango y Sundi. Según los registros, la población ascendía a más de dos millones de habitantes.

Un “Manikongo” no solo era el jefe, sino también un líder espiritual, pues este era el encargado del culto principal a los antepasados, de lo cual dependía la prosperidad del clan.

Los dos principales clanes del reino eran los Bakongos y los Ngolas, casualmente cada uno de estos les da el nombre a diferentes naciones africanas. Bakongos a República del Congo y República Democrática del Congo y Ngolas a la República de Angola.

Uno de los principales límites del Reino Kongo era el río Nkisi. La autora cubana Natalia Bolívar Aróztegui propone que para los Bakongos orientales un Nkisi es un objeto artificial habitado o influenciado por un espíritu dotado de un poder sobrehumano.  

Los esclavos arrancados del Reino Kongo para ser explotados en tierras americanas trajeron consigo sus costumbres, muchas de ellas permeadas y hasta invisibles pero latentes  en la cultura de muchos de los países de América.

Muestra de esto se puede ver en algunas de las tradiciones colombianas, especialmente en San Basilio de Palenque con la práctica funeraria del Lumbalú o el culto arraigado a los difuntos en algunas poblaciones afrocolombianas.

De igual forma se puede precenciar en la cultura y religiosidad de países como Cuba con religiosidad de la Regla Conga o Regla de Palo Monte o el ritmo musical Kinfuiti. En Brasil además de ritmos y danzas, también está latente dentro de las religiones y el culto a los Nkisis en el Candomblé Angola.  

Es importante tener presente que una de las razones por las que San Antonio de Padua es tan apreciado por las colectividades afrodescendientes de varios países de Latinoamérica e incluso el arraigo que ha logrado tener en las comunidades blancas, se debe a la relación que este hombre tuvo con  los africanos, pues fue por su trabajo en Angola que él consiguió su santificación y por ende la adoración de los africanos del Manikongo. En el municipio cubano de Quiebra Hacha, los esclavos bantúes y sus descendientes le llaman “Ta Makuende Yaya”.

1 comentario: