Brasil país interesante por naturaleza, de la samba, del
carnaval más famoso del mundo, del “jogo bonito”, de Pelé, del país con la selección de fútbol más conquistadora de títulos en copas mundiales, de tener la liga de fútbol más larga del
planeta y de la gran pasión por éste deporte, no ha estado exento del racismo.
Con la segunda mayor población negra de América después de
EEUU y con su herencia latente en la
gastronomía, la religiosidad, la música, las danzas, las artes y hasta en el
aire que se respira en este país suramericano, ha tenido una turbulenta
trayectoria de racismo combatido desde hace muchos años por uno de sus equipos
más emblemáticos.
En el pasado donde el fútbol y las regatas eran el
pasatiempo de los blancos y de la élite de país, algunos deportistas negros que
deseaban practicar éstos deportes tenían que maquillarse con una especie de
polvo hecho de arroz pulverizado para “blanquearse” y escondían sus rizos con
una especie de peluquines.
Tanto el equipo carioca “Bangu Atlético Clube” como conjunto
paulista “Associação Atlética Ponte Preta” se disputan el honor de ser el
primer club de Brasil en contar en su plantilla con un jugador negro, tanto así
que Ponte Preta es conocido popularmente como “Macaca”, lo que en español sería
“gorila hembra”. Ésta palabra es una forma despectiva que desde siempre se ha
utilizado en Brasil para referirse a los negros, algo así como “simios”. La razón por la cual el
apodo del club es una gorila hembra está ligado que su nombre traducido del
portugués es “Puente Negra” y por ende el nombre del equipo se encuentra en
femenino también.
Por su parte Flamengo, el club más popular del mundo con más
de 40 millones de hinchas según las diferentes encuestas realizadas a través de
los años en Brasil y emparentado comúnmente por sus rivales con el “pueblo” -la
clase obrera y los favelados-, hace que sus hinchas sean denominados
despectivamente por los contrarios como “Mulambos”, palabra de origen angoleña
que fue después utilizada de forma peyorativa por los blancos para describir a
un marginal o a una persona sucia, caso similar a Corinthians y el apodo impuesto a sus hinchas por sus rivales de “Gambás”. Contradictoriamente con el
dato anterior, Flamengo fue uno de los equipos de Rio de Janeiro que más se
opuso tanto a los jugadores como a los hinchas negros en los deportes.
Sin embargo más allá de como son llamados los hinchas de
Flamengo, Corinthians, si fue Ponte Preta o Bangu el primer equipo brasileño en
tener un jugador negro, fue y ha sido Vasco da Gama, uno de los más populares e
importantes del país y que curiosamente era el equipo de la colectividad
portuguesa de la ciudad, quien por primera vez saldría con un equipo donde la
mayoría de los jugadores eran de raza negra y además en ser el primer club de
Brasil en tener un presidente negro. Éste club carioca fue el
precursor en el fútbol brasileño en abrir las puertas de su estadio a hinchas
negros y operarios. Sus colores blanco y negro representan la unidad étnica y
racial.
Para la época la actitud poco “lógica” en quienes seguían o
tenían derecho a practicar el deporte, hizo que la reacción de los clubes
tradicionales de Rio de Janeiro no se hiciera esperar y al año siguiente al
cual Vasco da Gama presentó su equipo con una mayoría de deportistas negros,
dieron un paso al costado América, Botafogo, Flamengo y Fluminense, dejando la
Liga Metropolitana en señal de rechazo a ésta política irreverente de los
“Vascaínos”, tomando la desición de fundar la Associação Metropolitana. Años después decidieron
estos mismos equipos unificar las ligas nuevamente.
Es claro entonces que desde sus inicios Vasco da Gama hasta
el día de hoy se ha mostrado como un ejemplo en Brasil, América y el mundo en
contra del racismo y la discriminación en el deporte, demostrada con hechos y
resaltada con una de sus frases históricas “Inclusão” e “Respeito” –Inclusión y
Respeto-. Estos hechos de lucha continúan hasta el día de hoy lo han puesto en un lugar de admiración
para fanáticos del fútbol e instituciones deportivas a nivel global.