jueves, 16 de abril de 2015

El Vudú y la independencia de Haití


Imagen extraída de Internet.

“En lengua Fon hablada en Benín la palabra vodun hace referencia a una potencia invisible, temible y misteriosa capaz de intervenir en cualquier momento en los asuntos humanos. La deportación al Nuevo Mundo de millones de esclavos negros significó el trasplante en América de creencias y prácticas africanas bajo diversas formas y denominaciones: Candomblé en Brasil, Santería en Cuba, Obeayisne en Jamaica, Shango Cult en Trinidad & Tobago o Vodú en Haití”.

Los primeros barcos abarrotados de esclavos tiran sus anclas en aguas de la actual ciudad haitiana de Port-de-Paix al norte del país y hoy capital de la provincia de Nord-Ouest, después de haber pasado por Guadalupe (aun hoy colonia francesa). La isla en ese entonces era conocida como “Santo Domingo”.

El culto a los espíritus y los diferentes fenómenos de la naturaleza que traían los esclavos desde costas de África Occidental, especialmente de lo que hoy es Nigeria, Benín, Togo y Ghana se entremezclaban entre las creencias de las principales etnias, además vecinas de los Ewe, Yoruba y Fon. El Vudú como tal se desarrolló en Abomey, lo que hoy se conoce como Benín y tiene una estructura muy similar a la de los cultos de las otras etnias mencionadas anteriormente, incluso en algunos casos por la cercanía de estos pueblos hay algunas deidades que aparecen en las diferentes religiones como es el caso de Ogún.

Para la época el Código Negrero promulgado en 1685 por Luis XIV en su artículo #2 dictaba: “Todos los esclavos que se encuentren en nuestras islas serán bautizados e instruidos en la religión católica, apostólica y romana”. El artículo #3 dejaba claro: “Prohibimos todo ejercicio público de otra religión que no sea la católica, apostólica y romana”. De igual forma este prohibida la aglomeración y reunión de esclavos tanto diurnas como nocturnas, así se aseguraban de no propiciar espacios para las revueltas como para las prácticas de sus cultos.

A principios del siglo XVIII todas las prácticas religiosas de origen africano se convierten en inexistentes a la mirada de los europeos, quienes afirman que además de primitivas son cultos a Satanás, razón por la cual hasta el día de hoy se siguen estigmatizando, con la salvedad que los africanos no cultúan al demonio católico, pues para ellos directamente no existe, más allá de la presencia de algunos espíritus de la naturaleza o entidades que puedan ser negativas.

De 1704 a 1764 Santo Domingo se convierte en feudo jesuita, los cuales construyen iglesias y crean en el clero la importante función de “Cura de Negros” con la cual se aseguraban de enseñarles a los esclavos todo lo que respectaba a la religión, pues las misas como tal estaban reservadas solo para la presencia del hombre blanco.

Françoise Makandal se convirtió en el primer escollo y terror de los amos en tierras haitianas de 1705 a 1791, pues se atribuía tener el poder de los espíritus y como buen líder logró envenenar a muchos de los amos. Makandal era musulmán de religión, pero como muchos islamistas del África Subsahariana conservan relación con lo animista y son adeptos a los espíritus de la naturaleza, y Makandal no fue la excepción, pues fue un famoso brujo y hechicero del norte de la isla.

Éste esclavo procedente de Guinea profesó durante muchos años el exterminio de los blancos y sus venenos lo hicieron el terror de las plantaciones del norte. En 1758 es capturado y condenado a morir en la hoguera por sus prácticas mágicas, pero logra escapar el día de su condena. El famoso pintor Wilson Anacréon tiene como una de sus obras más insignes esta situación histórica. Años después es capturado nuevamente y asesinado en el acto.

Tras este suceso el nuevo líder de los rebeldes pasa a ser Boukman, sacerdote y conocedor del culto del Vudú que llegó a la isla procedente de la vecina Jamaica.

A pesar de la prohibición de los cultos Vudú, Boukman hace correr la voz a los esclavos de las plantaciones del norte de la isla para realizar una reunión lo cual se conoce como “La Ceremonia de Bosque Caimán”, dice la tradición oral haitiana que los esclavos sellaron un pacto sagrado donde juraron morir antes que vivir bajo el dominio de los colonos, el cual quedó pactado con el sacrificio de un cerdo negro y una extenuante ceremonia que se extendió a lo largo de la noche.

La Ceremonia de Bosque Caimán celebrada durante la noche del 14 de agosto de 1791 (según otros historiadores el 22 de agosto), se dio en la parte alta de la ciudad de Cap en una zona conocida justamente como Bosque Caimán.

Cuando Europa recibe la notificación de este suceso a través de los colonos que logran escapar, empieza a tomar fuerza la imagen de “negros, salvajes crueles y bárbaros, los cuales habían pactado con el demonio y el cual los guiaba y protegía”.

La tradición haitiana narra este suceso de la siguiente forma: “Ocurrió en una noche de tormenta. El viento soplaba entre las ramas, la tensión se palpaba en el ambiente. Una joven sacerdotisa, que la tradición oral identifica con una mulata llamada Cécile Fatiman, procede a sacrificar un cerdo negro, con un machete en la mano y con canciones africanas que todos retoman a coro.

La sangre del animal degollado se recoge y se distribuye entre los asistentes, que juran guardar el mayor de los secretos al proyecto de revuelta. Boukman, jefe indiscutible de la ceremonia, se levanta, invoca a Dios, su Dios y exhorta a los esclavos allí reunidos <<Oídme bien todos, el Dios que ha hecho que el sol que nos alumbra desde lo alto, que levanta el mar y hace rugir el trueno, ese Dios digo, nos está mirando encendido en lo alto de una nube, ve lo que hacen los blancos. El Dios de los blancos pide crímenes, el nuestro quiere buenas acciones. Ahora bien, este Dios que es tan bueno nos ordena venganza, dirigirá nuestros brazos y nos asistirá, ¡Arrojad la imagen del Dios de los blancos, sediento de nuestras lágrimas, y escuchad la libertad que nos habla al corazón>>. Esta ceremonia fue inmortalizada en la pintura de André Normil.

Así es como empieza el proceso de revueltas independentistas en lo que hoy es la República de Haití, primera nación libre de América la cual logró gestar en gran medida esta proeza gracias al arraigo de sus tradiciones, su cultura y de su tierra, hoy subvalorada, estigmatizada y rechazada, pero que al mismo tiempo fue el motor para que se levantaran contra las colonias al resto de naciones de América, esas que hoy en día siguen desconociendo y mirando con miedo y burla la herencia cultural de estos hombres que dieron la vida por ser libres.

Citas extraídas de: "Los Misterios del Vudú" de Laënnec Hurbon.

jueves, 5 de marzo de 2015

Una historia contra el racismo en el fútbol

 

Brasil país interesante por naturaleza, de la samba, del carnaval más famoso del mundo, del “jogo bonito”, de Pelé, del país con la selección de fútbol más conquistadora de títulos en copas mundiales, de tener la liga de fútbol más larga del planeta y de la gran pasión por éste deporte, no ha estado exento del racismo.

Con la segunda mayor población negra de América después de EEUU  y con su herencia latente en la gastronomía, la religiosidad, la música, las danzas, las artes y hasta en el aire que se respira en este país suramericano, ha tenido una turbulenta trayectoria de racismo combatido desde hace muchos años por uno de sus equipos más emblemáticos.

En el pasado donde el fútbol y las regatas eran el pasatiempo de los blancos y de la élite de país, algunos deportistas negros que deseaban practicar éstos deportes tenían que maquillarse con una especie de polvo hecho de arroz pulverizado para “blanquearse” y escondían sus rizos con una especie de peluquines. 

Tanto el equipo carioca “Bangu Atlético Clube” como conjunto paulista “Associação Atlética Ponte Preta” se disputan el honor de ser el primer club de Brasil en contar en su plantilla con un jugador negro, tanto así que Ponte Preta es conocido popularmente como “Macaca”, lo que en español sería “gorila hembra”. Ésta palabra es una forma despectiva que desde siempre se ha utilizado en Brasil para referirse a los negros, algo así como “simios”. La razón por la cual el apodo del club es una gorila hembra está ligado que su nombre traducido del portugués es “Puente Negra” y por ende el nombre del equipo se encuentra en femenino también.

Por su parte Flamengo, el club más popular del mundo con más de 40 millones de hinchas según las diferentes encuestas realizadas a través de los años en Brasil y emparentado comúnmente por sus rivales con el “pueblo” -la clase obrera y los favelados-, hace que sus hinchas sean denominados despectivamente por los contrarios como “Mulambos”, palabra de origen angoleña que fue después utilizada de forma peyorativa por los blancos para describir a un marginal o a una persona sucia, caso similar a Corinthians y el apodo impuesto a sus hinchas por sus rivales de “Gambás”. Contradictoriamente con el dato anterior, Flamengo fue uno de los equipos de Rio de Janeiro que más se opuso tanto a los jugadores como a los hinchas negros en los deportes.

Sin embargo más allá de como son llamados los hinchas de Flamengo, Corinthians, si fue Ponte Preta o Bangu el primer equipo brasileño en tener un jugador negro, fue y ha sido Vasco da Gama, uno de los más populares e importantes del país y que curiosamente era el equipo de la colectividad portuguesa de la ciudad, quien por primera vez saldría con un equipo donde la mayoría de los jugadores eran de raza negra y además en ser el primer club de Brasil en tener un presidente negro. Éste club carioca fue el precursor en el fútbol brasileño en abrir las puertas de su estadio a hinchas negros y operarios. Sus colores blanco y negro representan la unidad étnica y racial.

Para la época la actitud poco “lógica” en quienes seguían o tenían derecho a practicar el deporte, hizo que la reacción de los clubes tradicionales de Rio de Janeiro no se hiciera esperar y al año siguiente al cual Vasco da Gama presentó su equipo con una mayoría de deportistas negros, dieron un paso al costado América, Botafogo, Flamengo y Fluminense, dejando la Liga Metropolitana en señal de rechazo a ésta política irreverente de los “Vascaínos”, tomando la desición de fundar la Associação Metropolitana. Años después decidieron estos mismos equipos unificar las ligas nuevamente.

Es claro entonces que desde sus inicios Vasco da Gama hasta el día de hoy se ha mostrado como un ejemplo en Brasil, América y el mundo en contra del racismo y la discriminación en el deporte, demostrada con hechos y resaltada con una de sus frases históricas “Inclusão” e “Respeito” –Inclusión y Respeto-. Estos hechos de lucha continúan hasta el día de hoy lo han puesto en un lugar de admiración para fanáticos del fútbol e instituciones deportivas a nivel global.



lunes, 2 de marzo de 2015

¡Piratería somalí, la historia sin contar!


Foto: Farah Abdi Warsameh

Desde pequeño me enseñaron que siempre hay que escuchar dos versiones cuando se trata de temas políticos, conflictos u otras pugnas entre naciones, grupos étnicos, culturas, religiones o cualquier asunto entre individuos.

Hasta hace un tiempo hubo un “boom” mediático sobre el asunto de la piratería en el “Cuerno de África”, piratería del Siglo XXI, no de los famosos hombres que dejaron sus tesoros escondidos en diferentes islas del Caribe como Saint Croix, Saint Thomas o cualquier otro lugar donde se diga que existe una “cueva de Morgan”.

El asunto sobre estos piratas contemporáneos hizo que Hollywood –que no se pierde media en los asuntos de actualidad y los exprime al máximo-, se lanzara al ruedo y realizara una película que tuvo bastante acogida –Capitan Philliphs-.

“Occidente” para no hablar de naciones con nombres propios, le empezó a contar al mundo sobre una situación que se estaba presentando en la devastada nación africana de Somalia. Jóvenes y adultos estaban lanzándose al mar en rápidos botes interceptando gigantescos barcos de multinacionales que atraviesan de punta a punta el continente, con intención de secuestrarlos y asaltarlos, cosa que con seguridad sí sucedía y sigue sucediendo, por más que varias naciones se dispusieran a realizar controles en el área.

Para agrandar un poco más esta historia, se ligó a éstos “zorros de mar” con el grupo islámico Al-Shabbab, -el mismo que ha causado tanta destrucción en Somalia como en la vecina Kenya-, aunque claro, poco después se retractaron de éste señalamiento.

La otra cara de la moneda está en Eyl, un pueblo perteneciente a la región de Nugal en Puntlandia ,Somalía, el cual tiene una población de 32.350 personas.

Puntlandia históricamente ha sido un lugar sin dueño desde que se disolvió la “Somalia Italiana”, caso interesante para un lugar que es estratégico en el mar Rojo y el Océano Índico, pero ni las diferentes organizaciones internacionales, ni los diferentes estados independentistas dentro de Somalia han buscado adherirlos a sus proyectos.

En éste estado se encuentra la península de Hafun, donde reside la gran mayoría de las victimas del Tsunami del Océano Índico en el 2004. Todos estos datos son importantes para entender mejor quienes son los pobladores de ésta región que prácticamente está sumida en la miseria.

Mencionados estos antecedentes, el otro lado de esta historia nos manifiesta que la población de Eyl, la cual se dedica, o mejor, se dedicaba a la pesca , ya que sus aguas fueron contaminadas por los buques internacionales y el poco pescado que queda es saqueado ilegalmente, -sí,  tan ilegal como los piratas que buscan conseguir unas monedas para llevar comida a sus casas-, por navíos pesqueros de países como Corea del Sur que se han dedicado a explotar recursos en aguas ajenas de África y Oriente Medio –Caso Sierra Leona, Guinea, Omán, Yemen y ahora en Somalia-.

Entonces ¿cómo se juzga a uno de los pueblos más pobres del mundo, al cual le es usurpado su sustento básico y se le destruye el recurso natural del cual subsiste su población en una tierra prácticamente estéril mientras muere de hambre?


martes, 10 de febrero de 2015

¡Desde el Manikongo hasta América!

Imagen extraída de: http://kwekudee-tripdownmemorylane.blogspot.com

A los gobernantes o incluso a cualquier individuo que tuviera poder en el Reino del Congo se les conocía bajo el título de “Manikongo” o “Mwene Kongo”, es una deformación portuguesa  del término Kikongo “Mwene Kongo”, lo que traduce literalmente “Señor del Congo”. Según los textos de los misioneros portugueses el termino “Wene” deriva de “Mwene” el cual hace alusión a la palabra “reino”.

El Reino del Kongo se expandía por lo que hoy es la República de Angola, República Democrática del Congo –ex Zaire- y República del Congo –conocida por muchos como Congo Brazzaville-. Su capital era “M´banza Kongo”, la cual fue re-bautizada por los colonos portugueses bajo el nombre de São Salvador, siendo la actual capital de la Provincia de Zaire en la República de Angola.

Este reino estaba compuesto por seis provincias: Pemba, Bamba, Soyo, Batta, Fango y Sundi. Según los registros, la población ascendía a más de dos millones de habitantes.

Un “Manikongo” no solo era el jefe, sino también un líder espiritual, pues este era el encargado del culto principal a los antepasados, de lo cual dependía la prosperidad del clan.

Los dos principales clanes del reino eran los Bakongos y los Ngolas, casualmente cada uno de estos les da el nombre a diferentes naciones africanas. Bakongos a República del Congo y República Democrática del Congo y Ngolas a la República de Angola.

Uno de los principales límites del Reino Kongo era el río Nkisi. La autora cubana Natalia Bolívar Aróztegui propone que para los Bakongos orientales un Nkisi es un objeto artificial habitado o influenciado por un espíritu dotado de un poder sobrehumano.  

Los esclavos arrancados del Reino Kongo para ser explotados en tierras americanas trajeron consigo sus costumbres, muchas de ellas permeadas y hasta invisibles pero latentes  en la cultura de muchos de los países de América.

Muestra de esto se puede ver en algunas de las tradiciones colombianas, especialmente en San Basilio de Palenque con la práctica funeraria del Lumbalú o el culto arraigado a los difuntos en algunas poblaciones afrocolombianas.

De igual forma se puede precenciar en la cultura y religiosidad de países como Cuba con religiosidad de la Regla Conga o Regla de Palo Monte o el ritmo musical Kinfuiti. En Brasil además de ritmos y danzas, también está latente dentro de las religiones y el culto a los Nkisis en el Candomblé Angola.  

Es importante tener presente que una de las razones por las que San Antonio de Padua es tan apreciado por las colectividades afrodescendientes de varios países de Latinoamérica e incluso el arraigo que ha logrado tener en las comunidades blancas, se debe a la relación que este hombre tuvo con  los africanos, pues fue por su trabajo en Angola que él consiguió su santificación y por ende la adoración de los africanos del Manikongo. En el municipio cubano de Quiebra Hacha, los esclavos bantúes y sus descendientes le llaman “Ta Makuende Yaya”.

martes, 10 de junio de 2014

¿Quienes son los “Ñáñigos?




Los “Ñáñigos” o “arrastrados” (como fueron llamados despectivamente) son los miembros a la religión afrocubana de la Sociedad Secreta Abakuá, un culto que a lo largo de los años ha sufrido de mucha estigmatización por parte de la sociedad cubana, ya que históricamente se les ha visto como violentos y revoltosos, tema que para muchos estudiosos tiene que ver más con los lugares donde se desarrolló esta religión, como los puertos y los barrios más humildes de La Habana, que por sus propias directrices y planteamientos religioso/social.

El Abakuá solo es practicado en 3 lugares de Cuba (La Habana, Matanzas y Cárdenas) y se ha prohibido abrir templos fuera de la isla como en el caso de Miami donde reside una gran cantidad de cubanos e iniciados de la religión, pues los altos jerarcas de este culto afirman que el Abakuá puede perder su identidad al estar distante de su lugar de arriago. Cabe aclarar que es la única religión afrocubana que tiene templos, donde solo pueden entrar los miembros de la sociedad, ya que allí habita el fundamento en un cuarto secreto llamado "Cuarto Fambá". Los iniciados deben ingresar allí por primera vez con los ojos vendados.

Este culto afrocubano nació en el municipio de Regla, provincia de La Habana, aunque es en Guanabacoa (en esta misma provincia) donde hay mayor cantidad de "plantes" Abakuá.

El origen de esta religión tiene su epicentro en Calabar (zona sudoriental de Nigeria) y fueron los Ibo, Ibibio, Ekoi e Idjo quienes lo llevaron a Cuba e hicieron su sincretismo con el catolicismo.

El Abakuá tiene la particularidad de solo ser practicado por hombres y posee una estratificación jerárquica que es obtenida por el conocimiento de los ritos y la tradición oral. Los cultos son realizados en lengua Efik (lengua de los Ibibio) y siempre van acompañados de firmas y símbolos en yeso, denominados Ereniyós.

Para un hombre ser miembro de la Sociedad Abakuá debe demostrar rigurosamente ser buen padre, buen hijo, buen hermano y buen amigo. El proceso de iniciación donde se corroborarán todas estas obligaciones puede durar entre 1 y 3 años.

Los Abakuá se caracterizan por ser muy nacionalistas, por apoyar con muchos hombres a la revolución cubana y por aportarle mucho al folklore del país.

lunes, 9 de junio de 2014

¡Sí, Acá Mandinga!


                                                                                                          Imagen extraída de www.historybanter.com.


La mejor manera de empezar este blog, creo yo, es explicando un poco de dónde surgió la idea del nombre “Acá Mandinga”.

Yo soy de Colombia y oriundo del departamento de Antioquia, crecí escuchando la tan popular y tradicional frase “Mandinga sea” o en su defecto “Maldinga sea”, pues como muchas palabras guardadas en nuestra herencia popular, van mutando por la forma de pronunciarse o simplemente se terminan interpretando como se escuchan.

Claramente muchos de los nacidos en Antioquia entendemos que esta es una expresión para maldecir algo o a alguien, pero muchos más no tienen la menor idea del por qué se usa o de dónde viene.

Para ir centrándome en este tema, debo empezar por hablar un poco de quienes son justamente los Mandingas, nombre que en América convertieron en algo negativo, pues no solo en Antioquia  se emplea para maldecir, sino que en muchos lugares es incluso el nombre con el que algunos pueblos conocen al diablo católico, reflejado en frases populares como “eso es cosa de Mandinga”, muy utilizado en el norte argentino (provincias de Tucumán, Salta y Jujuy).

Los Mandinga son uno de los grupos étnicos más grandes del mundo, ellos están presentes en diferentes países de África Occidental (Senegal, Sierra Leona, Liberia, Burkina Faso, Gambia, Guinea, Guinea Bissau  y Costa de Marfil) y tienen como idioma las lenguas “Mandé de origen Níger-Congo,  como lo son el “Malinké”,  Soninké y “Mandinka”. Algunos otros miembros de esta etnia hablan inglés, francés y portugués dependiendo de su nacionalidad.

Este pueblo fue una de las primeras etnias de África en convertirse al Islam, sin embargo tienen su propio sincretismo “Animista/Musulmán”. Algunas muestras pueden ser sus tradicionales amuletos y creencias en espíritus que habitan en la naturaleza.

Al ser los Mandinga un grupo tan grande, muchos de ellos llegaron a América como esclavos comercializados con los colonos europeos por otras etnias africanas como los Tuareg.

Como los esclavos Mandingas eran fuertes y rebeldes, hicieron que los colonos europeos usaran su nombre como termino despectivo y de maldición, pues “Mandinga sea” era emparentar a algo o alguien con un grupo de “negros, locos y dementes” que claramente parecían estar malditos por su comportamiento, pues su rudeza y orgullo eran inquebrantables. De igual forma el constante comportamiento desafiante hacia sus amos, hizo que éstos pensaran que ellos estaban acompañados de entidades negativas,  como este grupo de espíritus en los que ellos depositan tanto poder, razón por la cual fueron  relacionados con el diablo católico. Cabe aclarar que los Mandinga fueron uno de los grupos que más se opusieron a la conversión cristiana.

Finalmente como el propósito de este blog es recordar, preservar y resaltar la cultura africana en América, que mejor forma de hacerlo que evocando al pueblo del cual América, Colombia y Antioquia fue su nuevo espacio, donde se encargaron de dejar palabras, gastronomía y hasta influyeron en la forma de comportarnos. ¡Sí, acá Mandinga! no sé allá, pero acá, sí.